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Bibliografía

Libros y estudios que narran la historia de una pintora singular

​       Ver texto manuscrito de Rosario de Velasco tras la bibliografía con su transcripción. 

  • Alcalde, José Luís (1996). «Un lienzo de Rosario de Velasco en el Museo de Bellas Artes de Valencia». En: Ars Longa, núm. 6. València: Universitat de València, p. 52.
     

  • Antolín Paz, Mario; Morales y Marín, José Luis; Rincón García, Wifredo (1994).Diccionario de Pintores y Escultores Españoles del siglo XX. Madrid: Forum Artis.
     

  • Ballester, Manuela (1935). «Dones intel·lectuals». En: Nueva Cultura, núm. 5. Any I (juny-juliol de 1935).
     

  • Balló, Tania, ''Las sinsombrero'' 2. Editorial Espasa, Barcelona, 2018 {{ISBN|978-84-670-5268-8}}. Capítulo 6, pp. 181-206
     

  • Blas, J.I. de. Diccionario. Pintores españoles contemporáneos, desde 1881, nacimiento de Picasso. Madrid, 1972.
     

  • Bonet, Juan Manuel (1975). Diccionario de las Vanguardias en España. 1907-1936.Madrid: Alianza Editorial.
     

  • Bosch, Juan Francisco (1941). El año artístico barcelonés: itinerario de las exposiciones: temporada 1940-41.Barcelona: Europa, p. 56-57.
     

  • Camón Aznar, José (1964). XXV Años de Arte Español. Madrid: Publicaciones Españolas.
     

  • Campoy, A.M. Diccionario crítico del arte español contemporáneo. p.433. Madrid, 1973. p.433 (Rosario de Velasco, n.1910).
     

  • Catàleg exposició Mujeres en el arte español (1900-1984). (1984). Madrid: Centro Cultural del Conde Duque.
     

  • Chavarri, Raul (1976). Artistas Contemporáneos en España. Madrid: Gravar.
     

  • Colmena Solís, J. Contemporary Spanish Painting. London Studio 12 (October 1936): 175-201.1936, p.194 (Rosario de Velasco, exh.1932).
     

  • Comp. L.[M.] Caruncho [Amat]. Madrid, Centro Cultural del Conde Duque. Mujeres en el arte español (1900-1984) [exh.]. 1984. n.p. (Rosario de Velasco, n.1910-exh.1968).
     

  • Comp. M. Fornells. Madrid, Centro Cultural del Conde Duque. Antonio Ortiz Echagüe, 1883-1942 [exh.].1991.1984, n.p. (Rosario de Velasco, n.1910-exh.1968).
     

  • Comps. F. Calvo Serraller, et al.Enciclopedia del arte español del siglo XX. 2 vols. Madrid, 1991. Vol.1 (Rosario de Velasco).
     

  • Comps. M. March i Reñé, et al. Diccionario Ràfols de artistas contemporáneos de Cataluña y Baleares. 4 vols.  (n.1912-exh.1984) Barcelona, 1985-1989. Vol.4, 1989.
     

  • Comps. M.A. Dueñas Rodríguez and A. García Cavero. Madrid, Museo Español de Arte Contemporáneo [MEAC]. [cat.].vols. 1982-1983,  1984, n.p. (Rosario de Velasco, n.1910-exh.1968).
     

  • Enciclopedia biográfica de la mujer. (1967).Barcelona: Garriga, 2 vols.
     

  • Frick Art Reference Library (1993-1996).Spanish Artists from the Fourth to the Twentieth Century. A Critical Dictionary. N. York: G.K. Hall&Co.
     

  • García, Manuel (1996). Homenatge a Manuela Ballester. València: Generalitat Valenciana. Conselleria de Treball i Assumptes Socials. Direcció General de la Dona, pàg. 104 i 106.
     

  • Garrut, José Maria (1974). Dos siglos de pintura catalana. Madrid: Ibérico Europea de Ediciones.
     

  • Gaya Nuño, J.A. La pintura española del siglo XX. Madrid, 1970. p.220 (Rosario de Velasco, n.1910).
     

  • Gran Enciclopèdia Catalana (GEC) (1978). Barcelona: Enciclopèdia Catalana.
     

  • Ibiza i Osca, Vicent (2006). Obra de mujeres artistas en los museos españoles. Guia de pintoras y escultoras (1500-1936). València: Centro Francisco Tomás y Valiente. UNED (Interciencias, 31).
     

  • Miralles, Francesc (1989). «L’època de les avantguardes (1917-1970». En: Història de l’Art Català. Vol. VIII. Barcelona: Edicions 62.
     

  • Muñoz López, Pilar (2003). Mujeres españolas en las artes plásticas. Madrid: Síntesis.
     

  • Muñoz López, Pilar. «Artistas Plásticas en la Guerra Civil». En: Congreso Internacional La Guerra Civil Española 36-39.http://www.secc.es/media/docs/21_1_%20PMu%C3%B1oz_Lopez.pdf >. [Consulta: 21/08/2009].
     

  • Muñoz López, Pilar. Mujeres en la producción artística española del siglo XX.<http://revistas.ucm.es/ghi/0214400x/articulos/CHCO0606110097A.PDF>. [Consulta: 21/08/2009].
     

  • Pantorba, B. de [J. López Jiménez]. Historia y crítica de las exposiciones nacionales de bellas artes celebradas en España. Madrid, 1948. p.363 (Rosario de Velasco, n.1910-exh.1932).
     

  • Pantorba, B. de [J. López Jiménez]. Historia y crítica de las exposiciones nacionales de bellas artes celebradas en España. Revised ed. Ed. E. Chicharro. Madrid, 1980.p.495 (Rosario de Velasco, n.1910-exh.1932).
     

  • Paris, Jeu de Paume des Tuileries. L'art espagnol contemporain (peinture et sculpture) [exh.]. February 12 - March, 1936.
     

  •  Prat, Mercedes (1991). «Rosario de Velasco. Pintora clásica e intimista (1904-1991)» . En:Batik Extra. Base II, núm. 109. Any XIX (juliol de 1991).
     

  • Rafols, J. F. (1977). Catálogo Exposición. Barcelona: Sala Parés.
     

  • Ráfols, J.F., et al. Diccionario biográfico de artistas de Cataluña, desde la época romana hasta nuestros días. 3 vols. Barcelona, 1951-1954.v.3, 1954 (n.1912-exh.1944)-
     

  • Rius Vernet, Núria (1998). La dona: Subjecte i Objecte de l’obra d’art (1870-1936).<http://www.xtec.es/sgfp/llicencies/199798/memories/NRius.pdf>. [Consulta: 21/08/2009].
     

  •  Rodríguez Aguilera, C. (1971). Catálogo Exposición. Madrid: Galeria Biosca.
     

  • Triadó, J., et al. La pintura catalana. Els Protagonistes dels segles XIX i XX. Barcelona, 1994. p.168 (Rosario de Velasco de Belausteguigoitia, n.1910)

 

​Otros:

Textos manuscritos de Rosario de Velasco

La primera impresión de mi vida. Rosario de Velasco (manuscrito).

Transcripción aproximada realizada por Pablo Filomeno Farrerons, nieto de Rosario de Velasco

 

Página del manuscrito: 1

La primera impresión de mi vida: me llevan de la mano y bajamos una cuestecilla con escaleras rodeada de árboles. Voy de blanco y las alas de un sombrero, también blanco, suben y bajan al movimiento de la bajada. Las escalerillas eran un atajo desde la cuesta de San Vicente a la Estación del Norte, la hemos recorrido más de una vez y es posible que mi recuerdo se haya afianzado. 

Aquella primera impresión va unida a un día de verano que amenazaba tormenta y eso lo recuerdo más intensamente. Mis padres se quejaban de que era imposible ese recuerdo pues solo tenía 13 meses. Íbamos a la Estación del Norte para coger el tren hasta Llodio, dónde los abuelos maternos pasaban temporadas. 

 

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¿Recuerdo también una visión de luz y colores verdes de arbolado que pasan rápidos y sería ese mismo viaje? 

Esas son las primeras impresiones visuales. Del olor y del sabor son quizás anteriores. Un biberón nocturno que lo unía al olor del alcohol, pues se calentaba en un infiernillo en la misma habitación y veo la luz de una lamparita y a mi madre con un camisón largo claro que todo esto puede haber sido más tarde ya que este sistema de sobrealimentación debieron hacerlo hasta los cuatro o cinco años.

Vivíamos en una casa grandísima con siete balcones que daban al Paseo de Rosales. La entrada de la casa era por la calle Quintana. De esa casa no queda nada ya que durante la guerra quedó deshecha. Pero para mi vida y la de mis herma-

 

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nos ha quedado un recuerdo perenne. Aquellas vistas a la Casa de Campo. El cuartel de la Montaña a la izquierda. La Tinaja y la Sierra a un lado. Abajo, la estación del Norte. Cuando llegaba el invierno veíamos los primeros trenes con los techos blancos de la nieve que llegaban de su paso por la sierra. Y a veces, en días de viento y tormenta llegaba un fuerte olor a jara. Se olía cuando aquellos carretones enormes tirados por dos bueyes y colmados de jara iban por las calles para dejarlos en las tahonas. 

Yo tenía mucha pena cuando supe que la vara larga que los carreteros llevaban

 

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para azuzar a los bueyes. Aún veo aquellas carretas enormes con verdaderas montañas de jara sostenidas por grandes varas de madera. Trepidaban por el peso y el volumen tan grande. El carro, que era de madera, crujía y los bueyes se esforzaban cuando surgía alguna cuesta. El carretero se exclamaba y colocado delante de los bueyes les gritaba y empujaba con un largo palo. Palo que con gran pena mía supe que llevaba un clavillo puntiagudo con el que les pinchaba para azuzarles. Si no hubiera querido tanto a los animales, quizás mi infancia hubiere sido aún más feliz de lo que fue. Pobres animales, si hubiese sido yo. Me hubiese consolado muchas veces pensando que eran gentes que pagaban (¿?) con malos actos su poco amor al prójimo. 

En fin, no divagaremos y sigamos un poco más recuerdos y sensaciones de mi infancia. 

Mis hermanos Lola y Luis, yo quedaba en medio, éramos como todos los niños, a veces nos entendíamos perfectamente y a veces nos peleábamos endiabladamente con gran desespero de mi madre. Era tanta su pena, que generalmente nos encerrábamos en mi cuarto y allí nos zumbábamos de firme. Desde que una vez mamá en plena pelea se presentó con sombrero, abrigo y un pequeño maletín de viaje anunciándonos su marcha a Bilbao para no volver más si continuábamos con nuestras peleas. Se ve que esto fue de un efecto enorme pues luego nos encerrábamos en una habitación y ya allí nos zumbábamos. 

Físicamente yo era una especie de gitanilla, tan morena que me llamaban “el monito”. Lola era una morena clara y Luís, descendiente de los rubios Velasco que habían sido los abuelos y cuya vena no se extingue, por esa genética misteriosa precisa y exacta que sigue dando rubios Velascos. 

Se me va la pluma en divagaciones y aún no he hablado de mis padres. Ahora que el “miceanales”  (¿?) está ya a la orden del día, creo que mi madre ha sido en mi vida la dadivosa, la maternal, en fin, el súmmum de la plenitud afectiva. Yo me he saciado de cariño y creo que es eso lo que toda mi vida me ha dado esa valentía, esa alegría y generosidad hacia todos. De una familia vascongada, residentes en

 

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Bilbao pasando temporadas en Llodio, de donde el abuelo era originario. 

La mayor de catorce hermanos, educados como entonces se hacía: piano, francés, ortografía para los chicos (¿?), carreras, abogados (…) Fuertes, sanos, alguno de ellos casi gigantes, conocidos luego como los futbolistas famosos Los Belauste, llenaron una época del futball vasco con gran honor y éxito. 

Pero nuestra vida, y hablo del (¿?) clan Velasco, que diferente hubiese sido si no hubiese empezado la (¿cuerna?) del separatismo a minar ya algunas familias. 

Que fácil es, como dice Sprengler, que los nacionalismos se desarrollen rápidamente: tú eres más que los otros. Tienes una gran superioridad sobre los demás y qué bien cuaja en una juventud exuberante esas ideas, y ya estaban calientes en aquel grupo enorme de jóvenes que arremetían ya contra las ideas de lo que mi padre representaba ya que era un militar y aunque no hubiese sido un militar si no un paisano cualquiera que quisiese a España a esta querida y maltratada España a la que todo esto me ha hecho quererla aún más. 

Por lo visto solo pasamos un par de veranos en Llodio. La casa era enorme, con su buen jardín

 

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(pero?) se cerró para nosotros, no particularmente, pues algunas veces hemos ido pero no era la rutina de los veranos...

 

Estos terribles (¿días?) y estas guerras

2 primos míos Belausteguigoitias murieron de bombardeos, una en Durango y otra en Bilbao y del otro bando tres primos Velascos desaparecidos en Madrid y su padre el pobre tío Eustaquio arrojado al Mar en Alicante. Casi ni me acordaba ya de esto pero al escribirlo se me saltan las lágrimas a raudales y amigos queridos desaparecidos y mis dos primos Landaluce que nunca se supo más de ellos.. (¿Demetrito, Martín?) parte de mi juventud va unida a ellos… Amaros los unos a los otros. Un mandamiento os doy hijitos míos, que os améis los unos a los otros. . . 

 

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(Recortada en el lateral)

Pero sin embargo hay que decir que sirvió y de mucho. Pues si los antecedentes de los Belauste daban un nº grande tuberculosos ella consiguió 12 vástagos a prueba de bombas y de tamaño y salud ejemplares de pura raza. Solo dos murieron en la infancia, una llamada Piedad y otro que no llegó al año. También cuando se casó obligó al abuelo a tirar la casa de Llodio donde había vivido pues en ella habían muerto dos hermanos tuberculosos y entonces construyeron la casa que yo conocí que aún sigue hermosa pero, (¿?) Poco gusto, muchas veces los tíos les he (¿?) Decir. Cuento y cuento cosas y aún no he hablado de mi abuelo Federico. (?) Ya llegará, seguiré con Dª Dolores Landaluce Ycabalceta. Huérfana de madre (?) Desde muy pequeña con aquella facilidad que morían las mujeres en los partos mi bisabuelo tuvo tiempo de tener tres mujeres las cuales le dieron (?) Respectivos hijos. Dolorcitas, como la llamaban, ella fue casi adoptada por el que fue (…) con severidad en un colegio 

 

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Internados de los que no salían ni en vacaciones. Fue casi diríamos su tutor, pues su padre iba celebrando diferentes matrimonios el que luego fue Marqués de Urquijo, Juan Manuel de Urquijo y Landaluce, y por lo visto Dolorcitas que tenía una facilidad para la escritura que se (¿?) , escribía unas epístolas al padrino y tío que entusiasmado se las daba a leer a Federico Belausteguigoitia joven que había colocado a su lado y que había protegido pues le había hecho estudiar en los Estados Unidos. (…) Dolores de 19 años y Federico de veintitantos. Y debieron ser muy felices pues ella (?).

Yo recuerdo a mi abuela en su despachito de Llodio escribiendo cinco y seis cartas diarias y de gran tamaño a sus hijos y nietos desperdigados y amigos. El correo llegaba 

 

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a Mexico casi todos los días un par de cartas y todo esto ya pasados los 90 años pues hasta los 96 que murió y eso porque tuvo una gran caída en las escaleras y quedó unos meses que ya no fue ella. 

 

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(Recortada en el lateral)

(Como?) le iban a decir a D. Federico de Belausteguigoitia, todo un caballero carlista (que?) sus hijos menos mi madre iban a odiar (España?). Y la abuelita Dolores tan amante (de?) los reyes estando en Biarritz (?) ya muy anciana fue a visitar a la reina (?). Y ahora que hablo de (la?) abuelita Dolores, páginas enteras podrían (escribirse?) de ella. Madre de catorce hijos), aunque en aquellos tiempos era (común?) y que se los cuidasen y criasen. (?) Madre solía decir que hubo tiempos que (?) 2 años en la casa la fresca y (?) Seca, monja (?) nocturna para mi (?) Si alguno tosía más (?) Corriente de casa (?) De aquellos tiempos. Mi abuela (precusora?) de (…) y cuando (?) Creía, leía todo lo de (?) Y rodeaba de una asepsia Al cubo aquella numerosa (familia?) Con detalles que ahora (parecen?) Escalofriantes, iban a tomar (?) A diferentes balnearios y en baúles (especiales?) Llevaba la ropa de cama para todos (alfombrillas?) De hilo blanco para colocarlas en las habitaciones y (...)

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